Cosita Rica...: Terios es chocada y cuando vuelca decapita a un niño

sábado, 21 de junio de 2008

Terios es chocada y cuando vuelca decapita a un niño



FISCALES DE TRÁNSITO NO QUISIERON REVELAR EL NOMBRE DE QUIEN CONDUCÍA EL OTRO CARRO
DIJERON QUE DISCAPACITADA CONDUCÍA EL OTRO VEHÍCULO, Y ES FALSO

•Era hijo único, el consentido de su familia y con una vida entera por vivir. El destino se aprovechó de ciertas circunstancias y se ensañó contra él. Su forma de morir fue escalofriante y hay una maniobra perversa para ocultar el nombre de la persona que provocó el accidente.

Gabriel Alejandro Pacheco Chirinos, de 5 años, era uno de los ocupantes de la Toyota Terios, color rojo, placas TAJ-42E, conducida por su mamá Sobelly del Mar Chirinos Chang, de 30 años. Cindya Tong, de 16 años, tía del niño venía de copiloto.
Eran las 10:20 a.m. cuando bajaron por la carrera 19 y cuando estaban próximos a pasar a la avenida Lara, fueron impactados en la puerta trasera por una Ford Explorer, placas TAR-84Y, que venía de la calle 2 de la urbanización Nueva Segovia en sentido a la avenida 20.

El riesgo de pasar de lado y lado era inminente por fallas en los semáforos. “Hace tres días que no funcionan y las autoridades no fueron capaces de ubicar a un fiscal para que controlara el tránsito”, fustigó con rabia y tristeza un residente que no quiso dar su nombre.

Trató de enderezar

Según testigos, cuando la Terios fue impactada se inclinó en sus ruedas izquierdas. Sobelly Chirinos intentó enderezarla, pero la camioneta volcó. El niño salió expelido, quedó tendido con la cabeza al borde de la isla y cuando el vehículo hizo contacto con él lo decapitó y arrastró el cuerpo. Todo sucedió en fracciones de segundos. La camioneta quedó recostada sobre su lado izquierdo, el cuerpo del niño en la parte de atrás y la cabeza en el borde de la isla. El niño residía en las Residencias Las Doñas y estudiaba en el preescolar “Año Internacional del Niño”, situado en la urbanización El Sisal. Se dirigían a Cabudare cuando ocurrió el accidente.

Transeúntes horrorizados

Un grupo de transeúntes horrorizados por la escena, cubrieron con paños y sábanas el cuerpo de la víctima y su cabeza, mientras que otros trasladaron a la conductora y adolescente hasta una clínica ubicada a 20 metros donde les brindaron los primeros auxilios. Luego fueron llevados hasta una clínica privada donde les diagnosticaron traumatismos leves.

¿Complicidad o qué?

Familiares del niño se mostraron desconsolados e incrédulos ante lo ocurrido. Una mujer en medio de su dolor, reprochó que un fiscal de tránsito le atribuyera a su pariente Sobelly la causa del accidente por desplazarse a exceso de velocidad. Tanto la Terios como la Explorer, esta última identificada con calcomanías que informaban que quien conducía era una persona con discapacidad, fueron remolcadas por efectivos de Tránsito Terrestre.

Cuando El Informador consultó a los efectivos de Tránsito Terrestre que hacían la planimetría, ninguno quiso suministrar la identidad de la presunta sexagenaria que conducía, y esquivaron las preguntas acerca de dónde se encontraba y hacia dónde había sido llevada. Incluso, quien levantaba la planimetría fijó que la Terios venía de la urbanización Nueva Segovia y que la Explorer se dirigía en sentido a la avenida Lara.

Una testigo presencial del accidente dijo en exclusiva a El Informador que quien conducía la camioneta Explorer venía a exceso de velocidad y no era precisamente una mujer sino un hombre de unos 40 años, que vestía chemisse azul, pantalón jeans y gorra verde. Es de escasa barba y reside en la carrera 16 entre calles 39 y 40. “Cuando chocó la camioneta este señor bajó y al observar la cabeza del niño exclamó: ¡Por Dios!”. El responsable quedó captado en gráficas porque regresó después al sitio del accidente.

La testigo escuchó las versiones dadas en los medios televisivos en la tarde de ayer y como no correspondían a la realidad, ubicó a los familiares del niño en la funeraria, les dijo lo que ocurrió y se ofreció a dar la declaración ante las instancias que sean necesarias para que el caso no quede impune.

[*] PARA REFLEXIONAR

La indiferencia de las autoridades para solucionar el problema de los semáforos, el exceso de velocidad, y el no uso del cinturón de seguridad se confabularon. “Si el niño lo hubiese llevado puesto estaría vivo”. Ayer transeúntes, policías y periodistas sentían como si la víctima era un familiar cercano. Cuando muere un niño no falta quien lo lamente, mucho más en las circunstancias de ayer.

El Informador

El silencio cómplice de muchos medios de comunicación locales da mucho que pensar.








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