Asesino de Javier García siempre estuvo a su lado

La última noche de Javier García

Un individuo vinculado a las actividades de los reporteros de televisión en un país suramericano, quien se hallaba en Caracas en plan de trabajo como asistente de camarógrafo, podría ser el personaje clave para esclarecer el crimen o el autor del asesinato al periodista Javier García.

La ruta hacia la muerte comenzó para García el viernes 13 por la noche, cuando acompañado del sujeto, (que le habría inspirado confianza precisamente por estar desempeñándose en medios informativos, donde le había conocido) fue a tomar unos tragos en el restaurante Moulin Rouge ubicado en la Avenida Francisco Solano, de Sabana Grande, en el cual permaneció poco tiempo.

El periodista dirigiéndose a su acompañante le expresó:

-“Aquí el ambiente está aburrido, mejor vamonos a rumbear para Las Mercedes”, Y de allí salieron juntos, cerca de las 11 de la noche.

Al narrador de noticias se le notaba visiblemente mareado, pese al poco tiempo que estuvo consumiendo cervezas. Cuando llegó al Moulin saludó a la gente conocida como de costumbre. A su acompañante le vieron en estado normal, sobrio.

García frecuentaba el establecimiento y por ser figura de televisión le reconocían inmediatamente. Por lo general acudía a ese lugar con diferentes amigos en cada oportunidad. Su presencia no pasaba desapercibida.

Algunos de los clientes del sitio le dijeron, en tono jocoso, que le contarían a Mario Silva haberlo visto allí, para que lo comentara en su espacio “La Hojilla” a través de VTV (Canal 8).

Libaron, conversaron durante un rato, y por un tiempo estuvieron de pié, al lado de las cortinas que conducen a un pasillo que va hacia los baños y a un reservado del local, donde se reúnen las parejas del mismo sexo. En ese instante comenzó su cuenta regresiva al más allá.

El “Moulin Rouge” que hace muchos años atrás se destacó por ser un restaurant de comida italiana exquisita denominada en ese entonces como el Vequio Molino, hoy en día es un sitio de los que se conocen como un “lugar de ambiente” pues es visitado por personas de pensamientos “liberales”.

Pero no sólo eso es impactante, también lo es su ambiente lúgubre, predominando los colores negro, rojo en su salón principal, con pasillos que lo anteceden unas pesadas cortinas que conducen a otra misteriosa cortina roja que al traspasarla se choca con un submundo por muchos desconocido. Ruido, oscuridad, olor a moho, humo, sudor, euforía y perversión caracterizan este ambiente.

Algunos otros establecimientos del mismo estilo, son más lujosos, pero igual oscuros y tenebrosos, como es Sawu en Las Mercedes.

Se sabe que García y su acompañante hablaron de cosas referentes al ambiente televisual y eso refuerza la hipótesis de que el asesino se desempeña en este medio.

La descripción que sobre la fisonomía del sujeto, con rostro similar al retrato hablado que quizás dentro de unas horas va a entregar el CICPC, coincide con la de un individuo que ha estado en distintas oportunidades cubriendo eventos oficiales en Caracas para medios extranjeros. Se trata de un hombre joven, contextura fuerte, con 1,75 de estatura aproximadamente, de ojos claros, cabellos castaños y piel blanca, quién la noche del asesinato del periodista vestía camisa negra y jeans.

Luego de ingerir unas cuantas frías decidieron cambiar de ambiente y se trasladaron al Rosal y luego a la discoteca Sawu en Las Mercedes, al este de la ciudad, para continuar con lo que iba ser su última diversión. La parranda no se prolongaría hasta el amanecer porque García debía estar temprano al día siguiente (sábado), en los estudios de grabación de la planta televisora donde laboraba (RCTV Internacional).

De la discoteca “exclusiva” Sawu salió acompañado por el hombre que marcó su destino concluyente y la cuenta regresiva llego a su final. Ya todo lo demás se ha dicho.

Cortesía Semana

Increíble, en semana.com.ve tienen un periodista homofóbico!!!

Qué cagada...